
Está claro que no ha habido ningún descenso generalizado de peso pero tampoco lo contrario. La mayoría de personas se han mantenido y ellos mismos reconocen que es un récord, han comido de todo sin grandes excesos y no ha pasado nada. Resulta curioso que la persona que más peso ha subido es la misma que más se reprimía, pasó de todo y se comió tantos dulces como le apetecieron. Quizás se ha cumplido la norma de que la tolerancia 0 a ciertas apetencias se vuelve contra nosotros en forma de un deseo irresistible y compulsivo de consumo.