jueves, 11 de septiembre de 2008

A veces solo hace falta un empujoncito

A parte de hablar de comida, dietas, calorías...siempre está en mi plan el animar a la gente a incorporar otros hábitos saludables como la actividad física. Hoy he tenido una grata sorpresa. La semana pasada, en la sexta consulta, insistí a una mujer en qué además de andar debería tonificar un poco su musculatura para compensar la pérdida de peso que afortunadamente estaba logrando y para precisamente potenciarla aún más. Me comentó que tenía pagado el gimnasio pero que no iba nunca por pereza, que en un mes le caducaba y que no volvería a pagar. Yo le propuse que el poco tiempo que le quedaba lo tenía que aprovechar, auque solo fuera para que un monitor le enseñara como hacer ejercicios con mancuernas o de forma libre, y así ella tendría la opción de continuar después en casa.
Hoy me cuenta que lo hizo tal cual y el resultado es que se siente mejor, más fuerte, y que además se ha "reencontrado" con una amiga que también va al mismo gimnasio y que la anima, vaya, que se plantea lo imposible, una constancia en el gimnasio.
No se imagina ella que junto con lo que está aprendiendo sobre la comida, el gran beneficio que le representa.

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