domingo, 14 de agosto de 2011

Te quiero, te enveneno, te cuido


O la gente está loca o la loca soy yo, pero no me encaja.
¿No os habéis dado cuenta como hay gente que disfruta “envenenando” a sus seres más queridos en un afán de proporcionarles lo más placentero y acto seguido el medicamento o cuidado de enfermero?.
Una persona tienes a su madre o suegra o mujer con obesidad, artrosis y osteoporosis. En lugar de animar a comer más sano para cuidarse, no solo no lo hacen, si no que animan a lo contrario. Quieres una fanta, ten el aceite para mojar bien el pan, judía blanca rebosante de chorizo de primero y filetón de segundo, y tómate un helado, venga, que está muy rico… Y el súmmum de súmmum, cuando la persona enferma rechaza algo no conveniente y encima se le insiste como venga, tómate….Y no estoy hablando de un factor de incultura o desconocimiento, si no de cosas obvias. La cuestión es proporcionar esa satisfacción sensorial primitiva de forma inmediata.
Todo esto al unísono con actos afables como ya te pongo la crema de dolor de articulaciones, tómate la pastilla de esto, de aquello, te acompaño al médico, y qué te han dicho en el hospital? Disfrutan cuidándose entre ellos, como si huera una relación enfermiza de dependencia.
Porque no decir, haz lo quieras, es tu vida y tu salud, pero te recomiendo no comer esto o aquello, y andar en lugar de dormir y dormir…eso no gusta, genera hasta tensión, disturba el ambiente, eres como el aguafiestas o cascarrabias.
Bueno pues ya está la reflexión. Y aquí estoy abierta para ayudar a los que se quieres cuidar. A los que todo les es igual pues que sigan con sus vidas “un poco penosas”.
No se trata de vivir muchos años, que ojalá los viva, que me bendiga Dios con una larga vida, hay tantas cosas que hacer y disfrutar… pero si no es así, todo todo habrá valido la pena de todas formas. Porque no hay nada como levantarte por la mañana con energía e ilusión y decir, que bien estoy, qué hago hoy? Lo primero la rica crema de arroz! Jejejej bueno, lo primero de comer jejejeje

3 comentarios:

YOSOY dijo...

Hola Raquel, tienes mucha razón en la exposición que has hecho, pero también creo que la persona que tiene hábitos arraigados es difícil provocar un cambio cuando a lo largo de su vida ha hecho lo que más le apetecía, no lo que más le convenía. Lo digo porque ese caso me toca de cerca, mi madre. Tu crees que se podría produ-
cir algún cambio cuando ya eres una persona de edad, tienes dolores, te sientes cansada cuando estás levantada, y también cuando permeneces acostada, no se yo a veces pienso que si es mejor escucharlos y dejar que hagan con su vida lo que mas felicidad les genere, solo han de saber que estamos ahí para cuando nos necesiten y punto. Que opinas de este razonamiento? quizás esté equivocada pero es que yo no me veo con fuerzas de obligar a mi madre a cambios tan drásticos en su vida cuando sé que le costaría un triunfo por pequeño que fuera. Muchas gracias por tus consejos y tus maravillosas recetas.

Anónimo dijo...

cuánta razón Raquel!! todo el mundo debería leer esto tranquilamente. Todos queremos estar bien y sentirnos fuertes, pero sin tomar conciencia del camino que tenemos que seguir en nuestro estilo de vida que nos lleve a ese bienestar..
Gracias Raquel
TERESA

www.ladietistaraquel.es dijo...

gracias a las dos por participar.
respecto a lo que comentas yosoy, soy consciente de ese tipo de caso particular, yo no me sentiria nada mal por dejar que coma lo que le apetezca, "para lo que le queda" como se dice... MI POST iba mas encaminado al caso de ANIMAR A COMER COSAS PERJUDICIALES, no al de dejar, vamos, otro mundo. Y no a personas muy mayores sino entre edultos de 40-50a o incluso, no lo he mencionado, a los niños, que eso ya es un crimen!
q paseis un buen dia
raquel