Quien soy. Me llamo Raquel Magem, tengo 39 años, era mosso de escuadra, fui dietista, soy dietista, pero además una apasionada de la cocina sana. Elaborar menús y crear recetas sabrosas y sanas y compartirlas con el mundo es mi gran satisfacción. Me hace feliz transmitir lo que me hace feliz.
Ahora vivo en la Sierra de Madrid junto con mi marido y nuestro perro Julius, pero me siento ciudadana del mundo. Estoy siempre en www.ladietistaraquel.es.
A veces me han comentado algo como…Tú de pequeña te gustaba cocinar con tu madre, ¿no? Pues no. Es más, crecí en un ambiente familiar en que la cocina era más bien un lugar a evitar lo máximo posible. Un lugar poco apetecible, un lugar lúgubre que evoca trabajo tedioso, un lugar de obligación ante cualquier tipo de devoción. Recuerdo la frase de “cerrar la puerta de la cocina, que no quiero ni verla”, así me crié. Evitando entrar en la cocina lo máximo posible. Sólo tengo un recuerdo culinario de infancia de “ya se la veía”, me gustaba decorar los platos. Como algo innato, me gustaba preparar la comida para toda la familia. Una comida que era un plato combinado (como los macrobióticos), con todas las cositas bien puestas, con ensalada, con un rollito bien hecho de jamón york, con una cuña mona de queso… Recuerdo que lo hacía con esmero, y sobre todo lo “ancha” que me ponía cuando todos me decían “ ¡Qué bonito, Raquel!”.
Eso pasó. Después, ya de adolescente, me enganché “a lo sano”, sencillamente me parecía fascinante lo eco y lo vegetal (en la web explico más detalles autobiográfícos) pero no la cocina. Ahora visualizo que antes me hacía crudivegana con la tentación de comer manzanas y avellanas que macrobiótica con tanto cocinar).
Las personas se clasifican en:
1-Me gusta cocinar pero no me gusta lo sano. Cocinan bien, con presencia y sabor, pero sin mirar equilibrio y con ingredientes dañinos para la salud. Por el mismo trabajo, con menos carne, integral y no azúcar cambiaría tu vida.
2- No me gusta cocinar ni lo sano. Comen precocinados de mala calidad. Lo tienes muy mal.
3- Me gusta lo sano pero no me gusta cocinar. Un pasito más, y vas a alucinar.
4- Me gusta lo sano y me gusta cocinar. Eres un joya, sobre todo para tu familia. El mejor de los regalos.
Lo que me pasó para llegar al 4 fue muy curioso. Decidí aprender a cocinar por puro negocio, lo reconozco. Cuando pasaba consulta de adelgazamiento, me daba cuenta que cada vez que hablaba de recetas, al cliente se le ponían los ojos como platos de interés. La gente valoraba saber qué comer, pero las recetas con lo qué comer eran todo un plus. Recuerdo lo contentos que se iban con tan solo una crema de verduras y wok de verdura (además de que había resultados).
Me puse a ello y entonces me empecé a enganchar (que conste que al principio, como soy una osada y arriesgaba, los platos macros de primeriza eran bastante incomibles). Lo que sentía era ilusión por ir a casa a probar nuevas recetas y que cuando me anulaban citas, en lugar de apenarme por la reducción de ingresos, me alegraba por la oportunidad de cocinar. No tardé mucho en apuntarme a mi primer curso de cocina, recuerdo el primer día. Supe que era lo mío.
Lo que quiero decir es que no es necesario nacer con pasión por la cocina sana, se puede hacer.
Cuando sientas que estás receptivo y preparado para aprender, si puedes apuntarte a curso, te lo a consejo de todo corazón, porque te das cuenta de la velocidad de crucero de la evolución. Cuando sabes lo que quieres, no se debe perder el tiempo, y menos para algo tan importante como ésto. Si yo hubiese o hubiera podido acceder a un curso virtual como el que ahora hay, la de fallos y errores que me hubiera evitado, pero bueno, eso ya pasó.
No todo el mundo está receptivo, mucha gente pasa, como familiares míos (y no será porque no saben en lo que trabajo) y por supuesto lo respecto. También hay personas que desafortunadamente nunca tuvieron una oportunidad, no conocieron ni saben de nadie. Pero si eres de los que sienten algún tipo de emoción tipo cosquilleo-alegría cuando entran en contacto con el mundo sano-cocina, ésta es la tuya, aprovéchalo. Déjate de excusas de "más adelante" ni chorradas de esas.
Recuerdo una alumna, Gloria, que se estuvo pensado el hacer el curso virtual por un tiempo, y al final ella misma llegó a la conclusión de que: "comer voy a comer, pues de paso aprenderé a hacer recetas chulas". Se puso las pilas, y ¡NO LE GUSTABA COCINAR!, pero surgió en ella la PASIÓN POR LA COCINA SANA (su novio alucinaba). ¡Muy bien campeona!
Puedes empezar porque SÍ, por adelgazar, por un problema de salud más o menos serio, por dar lo mejor a tus hijos, a tu familia, sea por lo que sea, lo importante es que estás “ en el camino”, felicidades.
Aveline kushi (difunta gran cocinera macrobiótica) ya decía que cocinar es el arte de las artes. La transformación de la energía en nuestro alimento, nuestra verdadera energía. Si a un buen ingrediente lo tratas bien, con técnica, con amor, lo presentarás placentero para todos los sentidos y fortalecerá la salud de tus comensales. A eso se le llama dar amor, es proporcionar felicidad.
Pasión por la cocina sana es disfrutar con el hacer y con el comer y con el después. El después es una buena digestión, es adiós a tantos dolores y resfriados, enfermedades crónicas “ficticias”, celulitis. Es mejor tipo, mejor cutis, mejor cabello, para mí es más guapa. Los años pasan, pero hay muchas maneras de envejecer. Tengo canas, tengo arrugas, empiezo a tener flacidez, tengo casi 40, pero no me lo creo, tengo energía os aseguro que mejor cuerpo (y toda vida a dieta), mejor tez (siempre estaba amarilla-pajiza) y mejores rizos (cabello escarola insoportable) que nunca. Y sé porqué es.
Consejos para cultivar Pasión por la Cocina Sana:
- Lo de apuntarse a cursos de cocina es esencial. El tema autodidacta está muy bien pero hay que ir más allá y buscar otras fuentes donde nutrirse y evolucionar (yo soy la primera que no tengo la intención de dejar de hacer cursos como alumna ya que te renueva las pilas de una manera verdaderamente productiva). El curso virtual salva el handicap de falta de tiempo.
- Estar en contacto con más gente con las mismas motivaciones. Las redes sociales son algo tan reciente ahora mismo parece que no puede ser que hace 4 días vivíamos sin ellas. Kukui es un grupo del facebook, un club para nosotros. Durante el primer año de introducción a la macro no conocía absolutamente a nadie, era totalmente desolador.
- Leer, aprender, estar abierto a novedades, estar en la onda.
- Hacer lo posible para que quede rico es esencial. Buscar buenos ingredientes eco es muy importante para el paladar y notarlo en la salud. Si no, no motiva ni la mitad.
- Unos conocimientos mínimos y básicos con los que adquirir confianza y criterio en que se están haciendo bien las cosas es primordial porque te da tranquilidad de que la alimentación es sana y equilibrada, sin dudar en que si faltarán vitaminas, ni hay suficientes proteínas.
- Intentar tener una cocina lo más chula posible. Si no, procurar que esté limpia. En el curso virtual en la lección 1 hablo de limpiar la cocina en profundidad, ordenar…
- Fuego para cocinar y buenos utensilios básicos actualizados. Buenas ollas, buen cuchillo.
- Electrodomésticos y aparatejos útiles, aunque parezcan de capricho, que te hagan tener ilusión. Desde un molde de bizcocho hasta una buena batidora o una deshidratadora por decir algo. No es esencial pero te aviva la chispa de tu relación con la cocina.
- La pasión por la cocina sana se retroalimenta con un estilo de vida saludable. Comer bien te lleva a apetecerte pasar por la Naturaleza y pasear por la Naturaleza te lleva a comer mejor.
- Por su puesto que no aconsejo esto desde el consumismo desmedido, sólo os animo a gastar o mejor dicho “invertir” vuestro dinero más en comida-cocina que en que coches, ropas de marca o costosas reformas de casa innecesarias.
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