Había una vez una mujer que vivía por y para la alimentación y la cocina saludable. Lo tenía todo dominado, bajo control, sumando todos los factores, pasión, conocimientos y tiempo, la formula del éxito estaba asegurada. Con una organización óptima demostraba que se podría tener una despensa saludable y organizar menús ricos y super completos nutricionalmente sin pasarse horas en la cocina (sobre todo cocinando legumbres y cereales para varias comidas).
Y así, con seguridad y entusiasmo, animaba a todo el mundo a seguir los pasos que tantos beneficios aportaba en términos de salud, bienestar e incluso en placer al comer.
Esa era yo.
Llegó un gran cambio en mi vida, una hija, y después un hijo, una felicidad inmensa pero también un giro radical en mi vida.
El tiempo se esfumó y las obligaciones se multiplicaron.
El pensamiento recurrente durante todo este tiempo es “Quiero pedir perdón por mi falta de empatía”.
Me he tenido que reinventar para continuar adelante con el objetivo de comer sano y rico y ahora compartiré mi experiencia como profesional que puso los pies en el mundo real o por lo menos más real que la burbuja en que estaba.
Tip1
Una comida, una receta recién hecha para la despensa
Una comida, una receta recién hecha para la despensa
Realizar muchas preparaciones de una vez puede resultar estresante, comida y cacharros por todos lados, a la que seas un poco desorganizado te hundes en la miseria. Si es así, mi sugerencia más realista es que cada vez te pongas a preparar una comida para tomar, como por muy sencilla que sea, siempre estas liado sacando cosas de la nevera y para aquí y para allá, aproveches de cocinar una receta en cantidad que te sirva para otras comidas futuras. La cuestión es “tirar de" comida ya hecha para servirla con una breve preparación pero también aumentar tus provisiones con una nueva “entrada” de comida que puede ser super sencilla o más sofisticada, dependiendo del tiempo que tengamos. Así no nos quedamos a cero y siempre compaginamos lo práctico de lo ha hecho con la energía y nutritivo de lo recién hecho. Por ejemplo cena con crema de calabaza ya hecha y postre bizcocho ya hecho en que también cocinamos unos crepes. Otro ejemplo: tenemos garbanzos básicos en la nevera y nos hacemos con ellos un wok rápido de verduras y mientras, cocinamos arroz básico para guardar dos días en la nevera.
Garbanzos con WOK
Garbanzos básicos
Calabacín cortado en fina juliana (lo corto con bandolina)
Zanahoria cortada en fina juliana (lo corto con bandolina)
Puerro cortado en fina juliana (lo corto con bandolina)
Aceite de coco y salsa de soja
Fruto secos: sésamo tostado o pistachos o piñones
Complemento hidratos: crackers supersanos (ver receta) o pan
En una sartén con fondo o WOK calentar un poco de aceite y saltear la verdura y no parar de remover añadiendo un poco de salsa de soja.
Cuando la verdura esté blanda añadir los garbanzos básicos para que se coja temperatura.
Espolvorear con semillas o frutos secos (se pueden cocinar con el wok).
En un plato servir el wok con garbanzos caliente y acompañar de proteína y crackers crujientes (otra idea es nachos de maíz).
Listo.
Un abrazo
Raquel
www.ladietistaraquel.es
Un abrazo
Raquel
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