Ayer lo hice. Sabia de hace tiempo que se podía, que tenía muchas vitaminas, pero no había llegado el momento. Un caldo de miso con sobras, con pieles de cebolla ECO bien lavada. Las herví unos 20m, lo colé y les añadí miso. Mi sorpresa es cuando se lo sirvo a mi marido, que por supuesto no sabía nada, lo toma y oigo, mmm, que rico. Yo alucinaba.
Bueno, ya he compartido una más de mis experiencias del día a día y a tiempo real.
Gracias a todos los que me seguís. Es una satisfacción saber que a alguien le pueda interesar, y sobre todo que se pueda aprovechar.
Raquel.
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