Mochi
Con arroz, normalmente dulce o glutinoso, se elabora el tradicional pastelito japonés que se consume todo el año, pero sobre todo en Año Nuevo, como todo un capricho (y además sano, no como nuestros mantecados).
El efecto en el cuerpo es de fuerza, ideal para niños, personas que se encuentran débiles y madres lactantes. Al ser solo arroz, el sabor es bastante neutro y ligeramente dulzón, pero realmente lo podemos emplear tanto para dulce como para salado. Lo mejor es el juego de texturas, sin duda, una maravilla (lo veremos ahora).
Se elabora machacando con un mortero arroz recién cocinado hasta obtener una pasta que se moldea y se seca para una larga conservación.
Nosotros lo podemos adquirir en las tiendas naturales (si no lo tienen es fácil que te lo traigan si lo pides, por ejemplo marca Finestra) comercializado en tabletas duras, normalmente en paquetes de seis unidades, de las cuales van 3 y 3, y cada pack de 3 se tiene que consumir relativamente rápido, en 2-3 días, en frigo y bien tapado que se reseca en segundos.
Es un poco caro, la verdad, pero bueno. Gran invento.
Pero también se puede hacer casero, al machacar arroz dulce cocinado y después lo extiendes y lo cueces en el horno unos 30m. (receta en ESCUELA VIRTUAL)
Y lo que me preguntan frecuentemente, ¿qué hago yo con estas tabletas de mochi? No me extraña. En el envase no solemos tener información y si tu coges uno y le intentas dar un mordisco te darás cuenta que resulta incomestible. Mi primera experiencia, lo compré, lo probé tal cual y… ¡qué malo estaba! Así que lo dejé arrinconado (como muchos) hasta que una persona me comentó lo rico que estaba, interrogué “sutilmente” jejeje y…¡CARAMBA!
Puede ser, tal cual, entero, un postre “instantáneo” que te saca del apuro y te quedas tan a gusto. Lo ponemos un rato en una sartén a fuego bajo, en el horno o en una sandwhichera hasta que “se hinche” (es el punto) y lo tomamos dulce o salado, con melaza o compota de fruta estilo pastelito o con sal y salsa de soja.
Otros usos variados:
-A dados dorado en sartén después salado con salsa de soja o con un poco de aceite y sal y horneado (lo mejor del horno es que colocas los dados separados y no pegan entre ellos) es como picatostes.
-Cortado a trocitos y sometido al calor en algo líquido se funde y obtenemos una textura cremosa, como de queso fundido chicloso (para imitar quesos, pero sin sabor queso).
-Fundido en una crema de verduras la espesa, le confiere melosidad y la enriquece a nivel de hidratos de calidad.
-Rallado y gratinado tiene el aspecto de queso o parmesano, ¡pero solo visual! Hay que salarlo para no defraudar.
-Y otro postre es que rallado y extendido en una sartén obtenemos un crep crujiente al reunificarse. Solo falta rellenarlo.
¿Os parece poco?
Ven a aprender a la ESCUELA DE COCINA VIRTUAL. Os esperamos.
Raquel Magem
http://ladietistaraquel.es/
No hay comentarios:
Publicar un comentario