lunes, 24 de septiembre de 2012

Último amanecer en "La casa de la Sierra".


Hoy es domingo por la tarde. Ayer a esta hora estaba cocinando “a tope” con mis alumnos. Ayer y anteayer, y así toda las pasadas semanas del intensivo verano. Era un grupo majísimo, confluencia de gente de Madrid, Zaragoza, Cádiz, Sevilla y País Vasco. Ya han partido esta mañana a sus respectivos lugares de procedencia y todo ha vuelto a normalidad. Tenía ganas de descansar, la verdad,  pero ahora siento nostalgia.
Nostalgia de todos los buenos ratos, trabajo en equipo en la cocina, gratas conversaciones en la mesa o en cualquier momento y tantas risas compartidas. Y es que son muchas horas a lo lardo del día.
Y nostalgia también por ser el último curso intensivo de verano hasta la temporada que viene. Por eso también me ha venido un recuerdo especial por todos los que han pasado por mi casa en estos meses.
Muchas gracias a todos por confiar en mí y por vuestras muestras de gratitud. Estoy satisfecha por el trabajo realizado al abrir literalmente las puertas de mi casa, y ofrecer a la gente la posibilidad de vivir una semana conmigo para aprender a cocinar e intentar disfrutar de la vida. Disfrutar de la comida y disfrutar con el sentirse genial tal y como van pasando los días, cada día con mejor cara y más vitalidad. De llegar super cansados a irse a caminar antes de desayunar.
Y gracias por darme la oportunidad de aprender, de aprender yo, de evolucionar; ha sido fantástico. He perfeccionado mis recetas favoritas de tanto repetirlas, siempre han surgido nuevas ideas gracias a la participación de los alumnos, y a nivel más estrictamente personal “me pongo las pilas” y como más despacio y mastico más… (de paso recordatorio para todos los que tendemos a engullir). En general para mí también es terapia. Creo que es muy recomendable comer acompañado.
Y ahora vistas al nuevo curso. ¿Has consultado la información?  Os recomiendo el gran curso completo de cocina y nutrición que impartiré en seminarios de fin de semana y además es viable para los que vivís lejos. Pero también tenéis la opción de cocinar y comer o cenar con nosotros entre semana.
Y cuando acababa estas líneas descubro este regalo en facebook de Nahia, la maravillosa vista del amanecer desde una habitación de casa. Cómo me ha emocionado. Qué ilusión.
"Hoy último día de curso intensivo en casa de Raquel Magem, gran curso, muy recomendable y grandísima profesora! Un placer haber compartido contigo y con mis compañeros esta estupenda semana. Este ha sido el amanecer que he visto hoy desde la Casa de la Sierra, para ti! Besos!"
Un abrazo a todos
Raquel Magem

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Faca es cuchillo en portugués

Acabo de aterrizar del país vecino tras tener el placer de compartir unos días con los miembros del Instituto Macrobiótico de Portugal (IMP), organizador de el ZIMP, macro festival de verano.
Me he sumergido en las aguas de la maravillosa playa de Almograve, pero por donde más he navegado ha sido por los adentros de la cocina, participando en el equipo de elaboración de los menús. Por cierto, un grupo fantástico en el que me he sentido muy a gusto en todo momento (la única española). Me ha fascinado la idea de cocinar para tantas personas que comparten mesa, comparten platos que se crean con ingredientes de calidad y con el amor y la pasión que encandilan paladar y alma.
Un evento muy recomendable. Se ofrecen actividades interesantes que van desde taichí o yoga a talleres de cocina, clases magistrales sobre diagnóstico, de realización personal... Y la gente es muy maja, de veras, se respira una energía positiva, alegre, fresca, desenfada. Y por su puesto la comida. Lejos de ser el handicap de unas vacaciones, se convierte en un placer que además te sienta bien.
Y para acabar, ya que causa tanto interés la composición de los platos os presento un ejemplo de menú para hacer un repaso dietético-culinario (siempre se cumplía el mismo esquema, todo muy equilibrado).
Entrante:
Sopa de miso, opción reina para empezar la comida por lo rica y por las encimas digestivas. Otras opciones eran cremas de verduras, sopa de quínoa...
Plato combinado:
-Hidratos de Carbono: Mi querido arroz integral con gomasio, tal cual, simple, sublime. También comimos bolas de arroz fritas, mijo con cebolla y boniato, avena, cuscús, ensalada de pasta…
-Proteínas: Albóndigas de tofu y seitán con salsa, el toque festivo (muy ricas). Degustamos otras opciones: un potaje de lenteja roja, garbanzos, azukis, ensaladilla de soja negra, seitán en estofado, tofu con salsita…
-Verdura: Escaldado verduras, versión fresca y digestiva que va muy bien para la cena. Más unos pickles de rabanito. Y en este ejemplo también la verdura de la salsa. La norma era disfrutar en el mismo menú de todo tipo de verduras, raíces, redondas, hojas…en diferentes tipos de cocción, desde ensaladas crudas, escaldados, salados, estofados…Festival de colores y texturas.
-Otros: toque verde como perejil picadito en las cremas y en otros platos, salsas de todo tipo y las queridas semillas como las pipas que nos alegran la vida.
Postre:
El placer del dulzor sin azúcar, lo que difícilmente encuentras fuera de casa. Eran opciones más bien ligeras y veraniegas empleando bastante las frutas de temporada y el socorrido ingrediente gelificante del agar agar.
Cocina con pasión y con consciencia.
Un abrazo a todos y muy especialmente para los portugueses.
OBRIGADA
Raquel Magem